Los locales pueden ser vendidos de una compañía a otra a través de una subasta abierta. Una compañía que desea vender uno de sus locales, lo pone EN VENTA y especifica el precio mínimo. El vencimiento de la subasta se establece automáticamente para una semana después. Ahora cualquier compañía puede hacer una oferta por él (asumiendo que la oferta es más alta que el precio mínimo, y por lo menos un 10% más alta que la última oferta) hasta el vencimiento del plazo. El monto y el nombre de quien hizo la última oferta están siempre visibles a otras compañías. Cuando se termina la subasta, el local (¡junto con todo su dinero e inventario!) es transferido a su nuevo dueño. Una parte del precio pagado va al tesoro de la ciudad, en concepto de impuesto. Dado que el valor del efectivo e inventorio presentes en un local a la hora de la venta pueden ser significativos para determinar su valor, se muestra a los oferentes el estado actual de estas dos cosas (el valor del inventorio se basa en su precio de costo de fábrica). IMPORTANTE: Mientras el local esté en venta se desactivan la mayoría de las opciones normalmente disponibles para el CEO y el/la presidente/a de la compañía. Esto es para impedir los manejos de último momento si el local:Si, por ejemplo, un local se pone en venta inicialmente con una gran reserva de efectivo e inventorio en él, y otras compañías hacen sus ofertas basadas en eso, sería raro que el vendedor pudiera en el último minuto quitar todas las cosas del local o despedir a todo el personal, etc.